El hidrohide es un escondite flotante, formado por una capucha de tela y una estructura insumergible en la que se acopla la cámara (es totalmente fiable y segura para el equipo). El fotógrafo arrastra este escondite para desplazarse por la laguna decidiendo en todo momento su objetivo y la orientación respecto al sol. Esto, unido a que la cámara se sitúa a escasos centímetros por encima del agua, da lugar a fotografías increíbles y originales, y permite al fotógrafo una absoluta libertad a la hora de componer y buscar la mejor luz para la imagen. Para la práctica de esta especialidad es necesario un equipo específico (traje de neopreno, escarpines, bolsas estancas) que se facilita junto a la estructura del hide. Es una actividad que se realiza con asistencia de un guía tanto desde la orilla como desde el agua. Las características físicas de la laguna de El Taray, con una profundidad media (que hace que el desplazamiento se haga caminando sobre el fondo), un sustrato de limos en los que no se entierra el pie más que algunos centímetros, y el hecho de que tiene un vaso llano, sin pozos ni partes más profundas que otras, hace muy cómodo el manejo del hide. A esto hay que unir una enorme riqueza ornitológica vinculada a las zonas de aguas libres y a las orillas.
Zampullín cuellinegro, zampullín chico, somormujo lavanco, azulón, ánade friso, pato colorado, porrón europeo, porrón moñudo, malvasía, cuchara europeo, cerceta carretona, cigüeñuela, avoceta, andarríos chico, archibebe común, archibebe oscuro, fumarel común, fumarel cariblanco, gaviota reidora, garza real, garza imperial, garceta grande, flamenco, espátula, cigüeña blanca, cigüeña negra.
Mayo a julio (dependiendo del nivel de inundación de la laguna).
Luz de mañana y de tarde.
6:00 a 12:00h / 18:00 a 21:30h.
4 personas
Bajo
Desde que se inició la actividad de hidrohide en El Taray, los mejores periodos de fotografía han sido desde mediados de mayo a mediados de julio, incrementándose la diversidad de especies hacia el final de la temporada. No obstante, este periodo de actividad depende del nivel de agua en la laguna que actualmente es bajo por el ciclo de sequía que estamos atravesando (en años con un nivel de inundación alto en primavera la laguna permanece inundada todo el año de forma continua y esto permite alargar la temporada de hidrohide y acceder a un mayor número de especies). Uno de los momentos más interesantes para el hidrohide en El Taray se produce en el mes de julio cuando los zampullines cuellinegros transportan a sus polluelos sobre la espalda y los ceban en un trabajo en el que cooperan los dos miembros de la pareja.